Implican a sindicatos del Chapare y narcos en trata de los haitianos

El martes 1 de septiembre capturaron a otro grupo de extranjeros en Puerto Quijarro. Bolivia, Chile y Brasil elaboran un plan de acción fronterizo.
Mujeres haitianas descienden de una ambulancia para ingresar a un centro de aislamiento en Cochabamba. Foto: Opinión.
Un nuevo hecho se sumó el martes 1 de septiembre a la oleada de casos de trata de haitianos detectada en agosto en Bolivia. Con ese nuevo suceso, la Dirección General de Migración del país recolectó las pruebas suficientes para confirmar que los bolivianos implicados en este ilícito son de sindicatos de transporte del Chapare (Cochabamba) y, además, tienen vínculos con el tráfico de sustancias controladas.

Transcendieron ocho hechos de trata y tráfico de 142 haitianos en el país y el director general de Migración de Bolivia, Marcel Rivas, afirmó que “ahora sí tenemos todos los elementos de prueba y de convicción para afirmar que esta es una verdadera red criminal donde participan bolivianos vinculados a sindicatos del Chapare, vinculados de haber cometido delitos de trata y tráfico y tener inclusive procesos abiertos”.

Insistió en que hay pruebas que “afirman y confirmar que es una red con objeto de prostitución, narcotráfico y otros hechos ilícitos”.

Apuntó que el último chofer capturado en un operativo de trata de haitianos, el martes 1 de septiembre, “pertenece a un sindicato de Colomi, del Chapare”.

Sobre ese caso, informó que el conductor usó un bus interprovincial afiliado a una asociación chapareña con el objetivo de trasladar a 11 haitianos -nueve mujeres y dos hombres- desde la frontera boliviana con Brasil (Puerto Quijarro), hasta el límite con Chile, pero las autoridades lo interceptaron en la Tranca de Motacusito (Santa Cruz).

El chofer de 53 años de edad es originario de Colomi (municipio ubicado a 31 kilómetros de la ciudad de Cochabamba), de acuerdo con su carnet de identidad. Fue denunciado por el delito de trata y tráfico de personas ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).

En los otros casos reportados en agosto, según Rivas, también “tenemos choferes vinculados a sindicatos del Chapare, estarían involucrados en delitos de tráfico de sustancias controladas, es decir narcotráfico”.

Todos los elementos encontrados por Migración fueron remitidos al Ministerio Público y se formalizaron las denuncias.

Antes de agosto, Migración de Bolivia identificó casos aislados de ciudadanos haitianos en situación migratoria irregular, pero no los consideró “una amenaza”. Ahora, en criterio de Rivas, “existen los elementos para afirmar que se trata de una verdadera red de tráfico”.

ACCIONES La Dirección General de Migración de Bolivia se contactó con la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) y con la Federal de Brasil para coordinar un plan de acción fronterizo.

Ante Chile, Bolivia pidió “mayor control en pasos no autorizados”, porque la mayoría de las víctimas haitianas de trata usa esos circuitos.

Además, solicitó una articulación de los sistemas de migración chileno y boliviano, esto considerando que algunos de estos extranjeros “tenían salida regular de Chile, pero evadieron la frontera boliviana”. En su criterio, al no tener esa integralidad, “es más fácil evadir un sistema y estar en regla en el otro”.

Rivas anticipó que las autoridades chilenas con las que se reunieron tienen predisposición y esperan que estos objetivos se concreten antes de fin de año.

Remarcó que hay un 70% de conclusión en la instalación del Sistema de Alerta Temprana en las fronteras terrestres y, en menos de dos semanas, será concluido.

Gente de Haití sufre carga laboral “abusiva”.
Los migrantes haitianos que llegan a Chile “suelen ocupar puestos poco valorados, mal remunerados, con altos niveles de riesgo y una carga laboral a veces abusiva”, según un boletín informativo del Departamento de Extranjería y Migración de ese país.

Las autoridades chilenas indicaron que, en general, los profesionales haitianos sufren descalificación laboral y desaprovechamiento de sus capacidades, debido a que no se reconoce su formación ni social ni formalmente, por la ausencia de un proceso de convalidación de estudios medios (a quienes cursaban estudios universitarios en Haití, en Chile se le exige retroceder a estudios medios).

La barrera idiomática resulta, además, ser una desventaja considerable tanto para la búsqueda de trabajo, que suele ser desorientada e informal, como también para la defensa de sus derechos frente a los abusos laborales que describen en las entrevistas.

Las investigaciones preliminares de la Dirección General de Migración de Bolivia apuntan que esas personas también son involucradas en prostitución y narcotráfico.

SU VIDA Otro aspecto problemático de la inserción es la vivienda.

Los migrantes haitianos están hacinados y viven en malas condiciones en Chile, contrastando con las situaciones que tenían en Haití.

Muchos dijeron sentir una fuerte estigmatización en relación a sus condiciones de vida, se quejaron del difícil acceso a la vivienda y denunciaron abusos por parte de propietarios que, guiados por el prejuicio de que son “pobres”, les ofrecen lugares claramente indignos.

Datos.
Hay seis choferes bolivianos implicados en la trata y tráfico de haitianos. Todos fueron detenidos entre agosto y septiembre de 2020.
Fuente: Opinión

Te puede interesar:

Usamos cookies propias y de terceros para ayudarte en tu navegación. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK | más información