Grupo parapolicial trabaja en el Ministerio de Gobierno

Informes de uniformados, videos y testimonios de vecinos de Villa Fátima revelan que los “civiles infiltrados entre los policías” que operaron en el conflicto de Adepcoca -en septiembre-, además de ser parte de los grupos de choque contra protestas ciudadanas, son funcionarios del Ministerio de Gobierno donde se organizan.

Marco Cuentas integrante del grupo parapolicial afin al MAS desfila el 8 de noviembre en plaza Murillo (centro). Fotos: Página Siete, Internet.

“55% carajo, 55% carajo”, gritaba el 5 de agosto el director de Régimen Interior, Marco Antonio Cuentas Flores, en una concentración de los grupos radicales que defienden al gobierno del MAS, quienes salieron a enfrentarse a ciudadanos que protestaban “contra el cierre del caso fraude electoral y por la democracia”, convocados por el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhdb), en el puente del nudo Villazón.



El 24 del mismo mes, frente a la Clínica Unimed, de la zona Sopocachi, Cuentas y otro grupo de funcionarios de Régimen Interior gritaban y aplaudían: “Asesina, asesina”; era el coro dirigido a la expresidenta Jeanine Áñez, quien esa fecha fue llevada a ese centro médico para una valoración psicológica. “Pasaba por acá y me enteré que la señora Jeanine Áñez estaba internada. Indignado me vine a protestar, porque la señora se hace a la víctima”, protestó Cuentas ante los micrófonos de Red Uno y Radio Éxito.

En esta supuesta manifestación espontánea de ciudadanos, que rechazaban los presuntos “privilegios” de la expresidenta durante su encarcelamiento, también fue grabado el responsable de prevención de conflictos, Marco Antonio Balderrama, y la abogada de Régimen Interior, Nadia Anave. Entre insultos y reclamos hacia la exmandataria, los tres se mantuvieron en el lugar hasta que la expresidenta fue retirada en una ambulancia.

Por información de militantes del “Instrumento Político”, Cuentas, junto con funcionarios de otros ministerios, operó con malos resultados en las campañas electorales de César Dockweiler (para alcalde paceño) y de Franklin Flores (a la Gobernación de La Paz). “Ese tipo de organización aún se coordina en la Casa del Pueblo”, afirmaron miembros del MAS que rechazan la actuación de “gente improvisada y sus cabecillas”.

“Estas células” y “cuadros en formación”, según las mismas fuentes, operan bajo un plan de operaciones improvisado que trata de imitar la estructura policial con el asesoramiento de exjefes policiales. Presumen que fue así que decidieron aplicar su versión de “militante revolucionario” e intervenir “como agentes de caos” durante el conflicto entre el Gobierno y la Asociación Departamental de Productores de Coca de los Yungas (Adpecoca), en septiembre.

Infiltrados.

“Había dos (infiltrados) por aquí (señala las esquinas de la calle Huancané), uno que lanzaba dinamita ahí abajo (desde un mirador con barandas amarillas a otra calle), era un señor gordo que estaba en las rejas, hay un video, y al lado estaba un policía que no le dijo nada. Entonces, salimos todos los vecinos a botarlos y nos lanzaron dinamitas, incluso una señora se cayó aquí, ella apareció en las noticias (…) todo era una guerra”, relató Milenka a Página Siete.

Ella, es vecina de la calle Huancané, de la zona Villa Fátima a unas cuadras del mercado de Adepcoca, quien al igual que otros siete testigos pidieron reserva de su identidad. El hecho se produjo el 23 de septiembre.



En esa fecha, el mercado cocalero estaba bajo control de la facción del dirigente afín al MAS, Arnold Alanes. De acuerdo con el relato de Milenka y sus vecinos, los cinco civiles que les arrojaron dinamitas fueron grabados por medios de comunicación y por ellos mismos. Las imágenes aparecen en las redes sociales.

Ese día, las detonaciones afectaron a cinco viviendas, una perdió todos los vidrios. Los productos y una reja metálica de una tienda de barrio también quedaron destruidos, además dejaron orificios en el cemento de la acera y el asfalto de la calle.

“Había jóvenes que encararon a los policías por estos infiltrados, pero (los uniformados) no les decían nada de lo que lanzaban dinamita”, contó Milenka.

Los vecinos y los informes de efectivos que estuvieron en ese lugar, en esa fecha, también confirmaron la misma versión a Página Siete. Uno de los “infiltrados” fue identificado como el director de Régimen Interior. Un jefe policial afirmó que de confirmase en las imágenes de los medios de comunicación, la presencia de Cuentas en Adepcoca, se podría verificar desde la noche del 20 de septiembre.

Cuentas se presentó esa fecha, como parte del grupo de avanzada del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, quien después llegó a esas instalaciones y en una conferencia de prensa dio su respaldo a Alanes, autoproclamado presidente de Adepcoca.

Según la información publicada en sus redes sociales, Cuentas y su grupo de funcionarios son parte de Columna Sur, al que también pertenecen la expresidenta del Senado, Adriana Salvatierra, y el ministro Del Castillo.

Durante la transmisión “en vivo” que hizo ATB Digital, el 24 de septiembre, Cuentas aparece en diferentes instantes del video (minutos 11:40, 14:05 y 16:08 por ejemplo) junto con  otros civiles en medio de los policías que resguardaban esas calles. Los infiltrados civiles se movían sin problemas junto con los oficiales que comandaban la represión contra cocaleros que rechazaban a Alanes, en la calle Arapata, paralela a la calle Huancané.

Mochilas y explosivos.

“Vamos, vamos, avance sin miedo”, gritaba un oficial  en el video; en ese momento aparecen también los otros civiles encapuchados reconocidos por los vecinos. Estos tenían petardos de gran tamaño y fueron grabados en diferentes puntos manipulando las mochilas donde se presume cargaban la dinamita.

Los vecinos describieron con detalles, apoyados por los videos, que el grupo liderado por Cuentas acompañó el recorrido de los policías hasta llegar a la calle Huancané; allí, luego de ser vistos arrojando dinamitas a los cocaleros y causar la rotura de vidrios por las ondas expansivas, varios vecinos intentaron echarlos.

Los vecinos pidieron una y otra vez el auxilio de los policías que estaban en la avenida Las Américas, e identificaron a los encapuchados que portaban los explosivos, pero no les hicieron caso.

Vidas en riesgo.

Otros dos vecinos relataron con detalles que el civil identificado como Cuentas se paró en una de las esquinas de la calle Huancané y en la parte baja se quedaron tres de sus acompañantes. Uno de ellos, “un gordo vestido de negro”, fue quien arrojó una dinamita hacia una mujer que por el susto cayó al piso, con un cartucho cuya mecha se consumía a escasos centímetros a punto de detonar.

Fue la reacción desesperada de otra vecina que “jaló de los cabellos” a la persona caída y la arrastró unos metros, lo que impidió una desgracia y “la salvó de perder las piernas” por la explosión que dejó un notorio orificio en el asfalto.

Los propietarios denunciaron que las dinamitas lanzadas por estos delincuentes afectaron dos tiendas, ladrillos que estaban a la venta y vidrios de al menos cinco domicilios.

El 1 de octubre, este medio publicó el reportaje: “Infiltrados” y “lanza dinamitas” ponen a la Policía en entredicho. En ella, con el apoyo de videos, los vecinos denunciaron a los “encapuchados” que causaban zozobra en Villa Fátima, Villa El Carmen y las áreas aledañas por donde se producían los enfrentamientos entre Policías y cocaleros de Adepcoca.

Autoridades.

El ministro Del Castillo y el viceministro Nelson Cox acusaron y mantuvieron la versión de que los cocaleros de los Yungas eran violentos y atacaban con dinamitas a los uniformados. Mostrando las imágenes tomadas por ellos mismos, los vecinos deploraron esa postura.

Consultado sobre si identificó a estos infiltrados, ayer, el comandante general de la Policía, Jhonny Aguilera, confirmó que no se tiene una investigación en curso.

“Cuando se trata de un delito, primero hay que encontrar una acción que tiene que estar enmarcada en una tipicidad (...) Son cuestiones vinculadas a hechos que no forman parte de una estructura penal; por lo tanto, no merecen la atención de la Policía; sin embargo, se toman los recaudos necesarios para que en el futuro no se vuelva a dar”, respondió el general Aguilera.

En octubre la respuesta del comandante también fue contundente: “No existen. No. Es imposible. Puedo garantizar fehacientemente que es imposible que haya ni medio infiltrado, eso no va. Tenemos una doctrina, nosotros trabajamos para el restablecimiento del orden, no para causar desorden”.

El 29 de septiembre, el viceministro Cox calificó el uso de dinamitas como una acción vandálica, por lo que solicitó una investigación de la Fiscalía. Aseguró que los miembros de Inteligencia ya habían identificado a quienes incurrían en estos hechos y anunció que se los presentaría ante la población.

Cox afirmó, en relación con  los miembros de la Resistencia Juvenil Cochala (RJC), que éstos no merecían la presunción de inocencia, ante las supuestas evidencias que existen en su contra. En este caso, hasta la fecha se desconocen los avances de las investigaciones sobre los infiltrados en los conflictos de Adepcoca.

Contraparte.

Por medio de la Unidad de Comunicación del Ministerio de Gobierno, Página Siete solicitó entrevistas con el director Marco Cuentas, pero no hubo respuesta. Este medio buscó en el viceministerio a los tres  funcionarios desde el jueves 4 de noviembre y se llamó varias veces al número de celular del director.

Cuentas atendió dos veces, en una primera vez se disculpó y pidió que se lo llamara en otro momento pues estaba en reunión. En la segunda oportunidad, dijo que no estaba autorizado para dar declaraciones y pediría permiso, no volvió a atender el celular.

Los denunciantes cuestionaron y pidieron se investigue la forma de actuar de estos grupos y la responsabilidad de los oficiales a cargo de los operativos en los conflictos de Adepcoca, además de establecer responsabilidades de quienes son los superiores de los funcionarios involucrados. “¿Quién les proporciona la información de inteligencia?”, cuestionaron.

Fuente: Página Siete

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