Una cuarta hermana León estuvo en local Planta Baja el 1 de enero

La mujer indicó que no vio a Jesús Cañisaire ni a Carla Bellot dentro la discoteca y que ella se marchó antes que sus hermanos, dejándolos en el lugar.
La discoteca fue cerrada para la investigación del crimen. FOTO: Archivo.
Un cuarto miembro de la familia León estuvo en la discoteca Planta Baja el 1 de enero, la madrugada en la que Jesús Cañisaire y Carla Bellot fueron abordados para después ser asesinados. Sin embargo, esta persona, identificada como Gisela León, señaló que se marchó del local y dejó a sus hermanos antes de que   contactaran a sus víctimas.




Según la declaración de ella, el Año Nuevo lo festejaron en familia, en una tienda que tienen en la zona de Villa Fátima. Después, a eso de las 4:00 del 1 de enero ella, su amiga, sus hermanos Israel, Micaela y Eliot, además de Estefany Guizada (esposa de Israel) y Renzo Cáceres (pareja de Micaela) llegaron a Planta Baja.

Coincidentemente, casi a la misma hora  Jesús y Carla llegaron al lugar, según una amiga de la pareja que estuvo ahí aquel día. “Después de que el grupo de mi enamorado terminó de tocar, Carla me preguntó qué íbamos a hacer. Yo le dije que me iría con mi enamorado. Ella se dio la vuelta, conversó con Jesús y me dijo que se quedarían en la discoteca un rato más, entonces nos despedimos (…) en ese momento eran las 6:15, más o menos”, se lee en su declaración.

Gisela León dijo que ella se retiró del local junto a su amiga a esa misma ahora. Que de la pareja asesinada no recuerda nada. “Sabía que habían desaparecido por los noticieros, pero no recuerdo haberlos visto en la discoteca porque estaba bien lleno, no había mucho espacio”. Antes de marcharse con su amiga a eso de las 6:00 o 6:30 –según contó- y dejar al resto de su familia, vio que una pareja desconocida discutía. “Era una chica gordita, mayorcita pero pequeña y el chico parecía changuito. Luego yo ya me fui”.

De acuerdo a las investigaciones, en algún momento de esa mañana los integrantes de la familia León que se quedaron en la discoteca contactaron a Jesús y Carla para llevarlos al domicilio de Israel (ubicado en el barrio San Simón). Allí la joven fue violada, después ambos asesinados con golpes en la cabeza.

La madre de los hermanos involucrados, Daria Fernández, corroboró la versión de su hija Gisela al señalar que  llegó a su domicilio a eso de las 6:30. “Ella es tranquila porque no le gusta tomar, de mis otros hijos no puedo decir porque ya no viven en mi casa”.




Sin embargo, posteriormente Gisela y el padre de los hermanos, Adolfo León, ingresaron en  contradicciones. La primera indicó que a las 10:00 del 1 de enero Guizada fue a recoger a sus hijos que estaban en su domicilio y ella le comentó que su esposo Israel seguía en su casa tomando. Pero Adolfo León dijo que quien fue a recoger a sus hijos fue Israel, en la tarde.

No se precisó el momento  en el que la pareja fue asesinada, tampoco el instante en el que los cuerpos fueron trasladados a la bóveda del río. A las 20:00 de ese día Eliot se presentó en la casa de su madre para dormir con su esposa, Pricila Choque, con quien después huyó hacia Brasil.

La discoteca

Ingreso.- A diferencia de los demás clientes, los hermanos León y sus parejas pagaron 35 bolivianos para ingresar a la discoteca Planta Baja, la madrugada del 1 de enero. Las otras personas pagaron 100.

Investigación.- La Fiscalía anunció que analizará incluir en la pesquisa a los trabajadores de la discoteca debido a que al menos dos de ellos entraron en contradicciones sobre con quiénes se fueron con Carla Bellot y Jesús Cañisaire.

Irregular.- La Alcaldía informó que el local Planta Baja fue clausurado definitivamente en noviembre de 2017 después de al menos siete cierres bajo advertencia. Las cámaras de vigilancia nunca funcionaron y no se conoce a sus dueños.

Técnico que intentó flashear el celular de Jesús era su amigo.

Uno de los técnicos que intentó flashear el celular de Jesús Cañisaire conocía a la víctima desde hace años; sin embargo, no sabía que el equipo que le llevaron a su tienda le pertenecía a la persona fallecida con la que estuvo en el mismo colegio y con quien vivió en la misma zona desde hace tiempo.

“Era mi amigo y compañero de colegio. Él estaba dos cursos más que yo. Vivía en mi zona, no lo veía desde hace dos años. Yo tenía conocimiento de que estaba desaparecido, a Carla sólo la conozco de vista, también sabía que estaba desaparecida”, declaró el testigo ante el Ministerio Público.

A su puesto de trabajo, ubicado en Pampahasi, llegó Irene Gutiérrez para pedirle que habilitara un celular. Ese aparato lo recogió el 1 de enero en Villa Fátima, después de que Micaela León lo escondiera para burlar a sus hermanos al anochecer de aquel día. Para entonces posiblemente Jesús ya había sido asesinado.

Como el técnico no pudo flashear el equipo, lo devolvió a Gutiérrez, quien a su vez lo entregó a uno de sus hijos para que buscara a otro especialista.

El técnico fue a declarar a la Fiscalía en calidad de testigo y su testimonio forma parte del cuaderno de investigaciones del caso de asesinato de Jesús y Carla.




Sobre el celular de Carla aún no se precisó cómo  fue a parar a una tienda de equipos electrónicos en El Alto, donde fue vendido. Aunque en la imputación contra Israel León, uno de los principales sospechosos, se menciona a un presunto delincuente que posiblemente fue el nexo para el intercambio. Éste aún no fue convocado a declarar ante los fiscales del caso.

Una de las primeras mujeres en ser detenida por la desaparición de la pareja ya fue liberada del caso por ser inocente.
Fuente: Página Siete

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