Periodistas sufren acoso sexual y violencia en la Casa del Pueblo

El día de la inauguración del nuevo Palacio, una corresponsal de prensa internacional fue “manoseada” por los asistentes; otros tres reporteros fueron maltratados por uniformados.
María Galindo intenta ingresar al acto. En este instante la periodista de Página Siete fue agredida. APG.




El día de la inauguración de la Casa Grande del Pueblo, varios periodistas que estaban encargados de la cobertura del evento sufrieron violencia física por parte de los oficiales del orden y hasta acoso sexual en el interior del nuevo Palacio de Gobierno.

“Ese día (el jueves 8) me tocó ir a esa inauguración. Yo estaba con el trípode y la cámara (de video) porque me tocaba hacer imágenes del evento y, como muchos de los colegas, estaba cargando mi equipo mientras me empujaban. Cuando logré hacerme un espacio en las gradas donde estaban cientos de personas de los movimientos sociales empecé a sentir manos que empezaron a tocar mis partes íntimas, no era algo casual, sabían lo que hacían porque incluso se daban el trabajo de subirme la chamarra para tocarme”, declaró a Página Siete Yolanda Sálazar, corresponsal de la agencia EFE.

La reportera explicó que durante el acto de inauguración del edificio sostenía con ambas manos su cámara, acoplada a un trípode, un equipo de trabajo muy pesado, por el que apenas podía voltearse para defenderse del acoso sexual que sufría.

“El manoseo seguía y lo único que me quedó fue gritar que me dejen de tocar. Cuando logré darme la vuelta, eran tantos hombres de poncho que se reían de mi reacción... Les grité que dejaran de tocarme, no podía hacer nada más, tenía tantas ganas de llorar de impotencia”, acotó.

Yolanda recordó que ese día un colega que estaba cerca, en medio de la multitud, le ayudó a dirigirse a otro sitio. “Ese momento estaba con las obligaciones en mi cabeza y no me di cuenta de la gravedad de lo que había pasado, hasta llegar a mi casa, donde les conté a mis papás y me puse a llorar”, lamentó la periodista.

En el mismo acto, la periodista de Página Siete responsable de cubrir la inauguración del nuevo Palacio, María Carballo, sufrió la agresión de los oficiales a cargo de la seguridad en el evento.

Esa tarde, Carballo quiso registrar el momento en que la activista María Galindo era detenida por los edecanes en su ingreso a las instalaciones presidenciales. Pese a mostrar su credencial, un guardia de seguridad la interpeló para que no grabe.




Después de ser insultada por los asistentes, los militares quisieron desalojar a empujones a Carballo, hasta que enviaron a dos mujeres de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) para que desalojen a la periodista de forma definitiva, quien tuvo que dirigirse a un nivel superior del edificio para seguir trabajando, adolorida por los golpes.

El director de la Agencia de Noticias Fides (ANF), Sergio Montes, también presentó su reclamo a la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP), por la agresión que sufrió su periodista Nancy Vacaflor.

En medio del caos para ingresar y la concentración de gente, un agente de seguridad militar alzó la voz a nuestra periodista y le gritó ‘no empuje’, siendo que la aglomeración de personas era la que producía tal incomodidad. La periodista pidió que no se le grite a lo que el militar respondió ‘soy militar y grito’ y ‘usted no entra’. Cuando se identificó como periodista, volvió a indicar que ‘esta reportera no entra’ y pidió que se le tomen datos y fotografíe la credencial”, dijo.

Otra periodista, quien prefirió no ser identificada y cubrió la inauguración, usó su cuenta de Twitter para denunciar el abuso sufrido por los uniformados.

Militares y funcionarios públicos gritaron y empujaron a periodistas, señoras de la tercera edad, a jóvenes. Así nos recibieron en la #CasaGrandeDelPueblo”, publicó la periodista que sufrió la agresión.

ANP condena la “acción violenta” contra la prensa

La Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP), que representa a los principales diarios y una agencia de noticias, expresó una “protesta enérgica” por el abuso contra varios reporteros durante la inauguración de la Casa Grande el Pueblo, y exigió que se revele la identidad de los responsables de emitir órdenes para evitar el ingreso de periodistas al nuevo palacio.

La ANP manifestó que rechaza las presiones psicológicas y de amedrentamiento que ejerce personal de seguridad cuando fotografía a periodistas y sus documentos, y considera que este exceso genera una alerta y temor sobre posibles represalias contra los comunicadores.

Del mismo modo, la institución condenó la “acción de violencia a través de terceras personas” para agredir a periodistas, como ocurrió el jueves, durante el acto de inauguración del nuevo edificio presidencial.

La organización de medios impresos sostuvo que defenderá el artículo 21 de la CPE, que reconoce el derecho de los ciudadanos bolivianos, a acceder a la información, interpretarla, analizarla y comunicarla libremente de manera individual o colectiva su opinión al respecto.

La asociación nacional de trabajadores de la prensa reclamó que los responsables de las agresiones y acosos no hayan sido identificados ni sancionados.

Directora de Página Siete envía carta a la APLP

La directora de Página Siete, Isabel Mercado, envió ayer la siguiente carta al titular de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), Reynaldo Vargas, para denunciar la violencia que sufrió una periodista de este medio, al cubrir la inauguración de la Casa Grande del Pueblo,

“Por intermedio de la presente me permito denunciar un caso más de violencia y abuso al trabajo de la prensa de parte de edecanes militares.

Nuestra colega, María Carballo, acreditada para la cobertura de la inauguración de la Casa Grande del Pueblo, fue impedida violentamente de acceder a dicho espacio y ejercer su labor informativa.

El jueves 8 de agosto, cuando la mencionada periodista quiso registrar el momento en que la activista María Galindo era detenida por los edecanes en su ingreso a las instalaciones, pese a mostrar su credencial, un guardia de seguridad la interpeló para que no grabe la escena.

Como la periodista no se rindió en su afán de hacer su trabajo, fue fotografiada por los efectivos militares con el claro objetivo de amedrentarla. Inmediatamente después intentaron quitarle su credencial y al ver que era de Página Siete, empezaron a insultar a este medio, acusándolo de amarillista y mentiroso, y concluyendo insólitamente en que ‘no merecía’ cubrir ese acto.

Dos periodistas argentinos, presentes en el lugar, se sumaron al coro de insultos por una nota de este diario, firmada por María, en la que se informó sobre un spot de apoyo a la reelección de Evo Morales, presuntamente filmado por ellos.




No contentos con ello, los militares quisieron desalojar a empujones a Carballo, quien se escabullió en la confusión. Al advertirlo, los guardias mandaron a dos señoras de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) para que desalojen a la periodista de forma definitiva. Las señoras de la Fejuve también actuaron con violencia con la periodista, logrando finalmente su cometido.

Como medio de comunicación, nos vemos en la obligación de defender a nuestros trabajadores, pero acudimos a la Asociación de Periodistas para denunciar atropellos como éste.

Con esta nota dejamos constancia, además, de la estigmatización que sufre nuestro medio de comunicación en los actos oficiales”.
Fuente: Página Siete

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