El fuego avanza en la Chiquitanía; activan plan de evacuación en 11 comunidades
El fuego ya arrasó con 2,1 millones de hectáreas, según el Gobierno y la Gobernación, aunque discrepan en el porcentaje de bosques destruidos. El alcalde de San Matías, Favio López, dijo que hay 10 comunidades amenazadas por el fuego y que todas se encuentran alejadas entre sí.
Siniestro. El fuego de ayer en Roboré, que en agosto se logró controlar, pero el viento lo reavivó. Foto: Gobernación de Santa Cruz.
En 11 comunidades de los municipios de Roboré y San Matías, en la Chiquitanía, se activó el plan de evacuación de familias ante el avance descontrolado de los incendios forestales, que amenazan a Charagua, donde pidieron mayor apoyo logístico.
Según el reporte de autoridades municipales de las tres alcaldías, el fuego bajó su intensidad el lunes por las descargas de agua desde el aire y el trabajo terrestre de bomberos, soldados y voluntarios; sin embargo, las ráfagas de viento de hasta 90 kilómetros por hora y el ambiente seco, lo reavivaron.
“Lastimosamente, volvemos a ser atacados por el fuego que avanza impulsado por los vientos y está cerca de la comunidad de Yororobá, donde viven unas 40 familias. Para evitar víctimas, estamos con la evacuación, ya salieron a la capital de provincia un grupo de 16 niños, tres madres y un adulto mayor”, informó anoche a La Razón Rudy Vargas, jefe de la Unidad Forestal de la Alcaldía de Roboré.
La información fue corroborada por el director del Centro de Operaciones de Emergencia (COED), Enrique Bruno, quien indicó que los evacuados de Yororobá, a 50 kilómetros de la población de Roboré, se albergan en la casa comunal. Y reveló que tras un sobrevuelo, expertos nacionales e internacionales advirtieron que la situación es peor a la que atravesó Chile en 2017, cuando las llamas consumieron 587.000 hectáreas.
Vargas mencionó que otras dos comunidades pueden ser evacuadas. “Todo depende de la dirección del viento; si cambia vamos a tener que sacar a la gente de Quitunuquiña (45 familias) y Gavetita (25 familias). En todo caso estamos alertas al incendio”.
En tanto, el viceministro de Defensa Civil, Óscar Cabrera, expresó que “oficialmente la evacuación aún no está definida porque el fuego cede, en una horas tomaremos la decisión”. Hasta el cierre de edición no contestó la llamada.
El alcalde de San Matías, Favio López, desveló que son 10 comunidades amenazadas por el fuego y que todas se encuentran alejadas entre sí. “Las vamos a evacuar a otras comunidades cercanas, no podemos traerlos a la capital porque están lejos, estamos a 260 kilómetros de San Fernando, a 300 kilómetros de Pailas Negras, a 420 kilómetros de Santo Corazón y otras comunidades donde se concentran los incendios”, aseveró.
Al igual que en Roboré, el fuego en esa región se reavivó por los vientos y los “pocos” bomberos que quedaron en el municipio, quienes no pudieron apagar las llamas que se extienden por toda el área hasta la zona pantanosa.
José Ávila, director de Planificación del Gobierno Indígena Campesino de Charagua, informó que la situación es complicada porque el fuego de Roboré avanza hasta este municipio. “Estuve en Roboré buscando ayuda y pude comprobarlo. De nada nos sirve tener un grupo de bomberos, si el fuego es incontrolable, está devorando los árboles de hasta 30 metros de altura y hay el peligro de que encierre a los voluntarios, por eso no entramos, esperamos los aviones”.
Aclaró que no requiere evacuar a comunidades porque la mayoría de su territorio está compuesto por áreas naturales, como el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Kaa Iya, el área de conservación Ñembi Guasu y el Parque Nacional y Área Natural de Manejo integrado Otuquis.
El fuego ya arrasó con 2,1 millones de hectáreas en la Chiquitanía, según el Gobierno y la Gobernación, pero ambas discrepan en el porcentaje de bosques. El vicepresidente Álvaro García dijo ayer que cada año, en agosto y septiembre, hay quemas, “pero nunca con esta dimensión y alcance, por eso movilizamos recursos económicos”.
Alcaldes insisten con declaratoria de desastre.
En acto público y en presencia del vicepresidente Álvaro García, el alcalde de Roboré, Iván Quezada, pidió ayer declarar el desastre nacional por los incendios de magnitud que “destrozan la biodiversidad”. Se sumaron los ediles de San Matías, Concepción y Charagua.
En visita a Santiago de Chiquitos (Roboré), el Vicepresidente aclaró que a principio de año se declaró la emergencia. “Hemos convocado ayuda internacional. Todos los ámbitos legales están habilitados para que llegue ayuda del mundo. La lucha contra el incendio debe estar a cargo de los bolivianos con el apoyo de la ayuda internacional”, manifestó.
El alcalde de San Matías, Favio López, tras el discurso de García, aseveró que “la magnitud del fuego es incontrolable”. “No tenemos la experiencia para manejar este tipo de desastre”.
El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, aseguró que es presión política porque el país recibe la ayuda internacional contra el fuego.
Fuente: La Razón