La sintomatología varía, pero el virus ataca más rápido los pulmones
Reportes clínicos dan cuenta de que los pacientes ya no sienten síntomas al inicio del contagio. Cuando hay malestar, 50% de esos órganos ya están afectados.
Médico atienden a pacientes realizando una prueba de hisopado. Foto: El País.
Los reportes clínicos de los pacientes permitieron a los médicos identificar que la Covid-19 ya no da las primeras señales de alarma. En lugar de la tos, fiebre y dolor de garganta, ahora los enfermos presentan dolor en los músculos, articulaciones y debilidad, además de problemas respiratorios. Y cuando los infectados comienzan a sentir los malestares, el 50% de sus pulmones ya quedaron comprometidos.
“Los primeros días sólo sentí un malestar en la garganta, nada serio. No creí que era Covid. Al tercer día sentí una mejora, pero la noche del cuarto día me vino la temperatura de golpe. Tenía problemas al respirar, inhalaba agujas”, dijo un paciente de 22 años que contrajo la enfermedad hace pocos días.
En el séptimo día, el joven tuvo vómitos, hemorragia nasal y fuertes dolores en la espalda, en especial en el área de los pulmones que le impedían estar recostado.
Patricio Gutiérrez, miembro de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva de Bolivia, dijo a Página Siete que el nuevo paciente Covid ya no presenta los síntomas de la primera ola, como dolor de garganta, flujo nasal, fiebre o tos para después de unos días sufrir dificultad respiratoria.
“Todo eso ya no hay. Ahora tiene dolor de huesos y músculos, malestar general, debilidad, mucho sueño y cansancio”, declaró el experto que por día atiende a pacientes críticos. Agregó que “súbitamente” se presenta dificultad para respirar. “En ese momento se hace una tomografía (al paciente) y se encuentra que tiene un compromiso de más del 50% del pulmón sin que él haya presentado ningún tipo de sintomatología antes”, agregó.
Según el profesional, el cuadro es “fulminante” porque en menos de 48 horas de la manifestación de la enfermedad, el paciente puede fallecer sin responder a ningún tipo de tratamiento. “Esta forma de coronavirus que estamos viviendo es mucho más agresiva que en la primera ola”, precisó.
Esta situación se demuestra con la saturación de las camas de terapia intensiva en hospitales públicos, privados y de la seguridad social.
Los pacientes y sus familiares deben peregrinar de un hospital a otro para encontrar una cama de internación. Además, el número de personas fallecidas va en aumento. Por ejemplo, el lunes se registraron 39 decesos a nivel nacional, una cifra elevada en comparación con los cinco a seis fallecidos de principios de diciembre. Incluso, el número de entierros en el Cementerio General se triplicó en menos de un mes.
Fernando Romero, doctor y dirigente del Sindicato de Médicos y Ramas Afines (Sirmes), indicó que ahora más infectados sufren problemas estomacales. “El cuadro clínico, los signos y los síntomas son diferentes. Ahora, hay problemas más gastrointestinales, similares a un cólico biliar o a una enfermedad diarreica aguda. Eso nos muestra que estamos frente a una aparente mutación viral”, apuntó.
“Lo que nos preocupa -añadió Romero- es que en 72 horas ya tenemos un paciente deteriorado pidiendo terapia intensiva y con muy pocas posibilidades. Hablamos de un virus violento y agresivo. Y en caso de no restringir o planificar una cuarentena parando la Alasita y las elecciones subnacionales, vendrá una masacre”.
Gutiérrez afirmó que como las personas suponen que “ya conocen el tratamiento”, comienzan a tomar “esos combos” de las farmacias con Azitromicina, vitaminas e Ibuprofeno, pero no funcionan.
“En casa se consiguen oxígeno para respirar, un antibiótico y Dexametasona, pero no responden. En ese momento (el paciente se somete a) una tomografía y ya están comprometidas tres cuartas partes del pulmón, entonces necesitan terapia intensiva. Ya queda muy poco por hacer porque casi todo el pulmón está tomado con una infección muy avanzada y el paciente fallece muy pronto”, aseguró.
El coronavirus ataca a toda la familia.
Contagio.- Patricio Gutiérrez, especialista en terapia intensiva, advirtió que el virus es más contagioso que en la primera ola. “Antes teníamos un miembro del hogar con el mal, pero ahora la enfermedad está atacando al abuelo, a los papás y los hijos”, dijo.
Problemas.- Las familias no saben cómo organizarse porque el abuelo está internado en una unidad de terapia intensiva. Los padres se encuentran en dos hospitales diferentes; y en la casa uno de los hermanos se bate con oxígeno, según el galeno, en referencia a un caso. La enfermedad afecta a grandes grupos.
Daño.- Esta nueva ola afecta en mayor medida a los varones. “En todas las terapias intensivas, más del 80% de los pacientes internados son varones y jóvenes cuyas edades van desde los 24 años. Las familias se quedan sin la cabeza, sin la persona que lleva el pan y se pueden quedar por debajo de la línea de la pobreza. Eso sería catastrófico”, advirtió Gutiérrez.
Pedido.- Médicos piden que se declare una cuarentena rígida para frenar el avance de la enfermedad y dar un respiro a los hospitales para ampliar sus espacios de atención.
Fuente: Página Siete