Evo se siente espiado y perseguido después de la detención de Dávila

A 15 días de la detención del que fuera su último jefe antidrogas, el expresidente y líder del MAS, Evo Morales, afirmó ayer por Twitter sentirse espiado y perseguido y apuntó a la derecha o a la Embajada de Estados Unidos.

Evo Morales junto a su exjefe antidroga Maximiliano Dávila. Fotos: RRSS.

“Siento que nos hacen persecución, vamos a investigar, estamos siendo perseguidos, estamos siendo espiados, vamos a investigar de dónde viene esta persecución”, manifestó y dijo que por más denuncias que le hagan sus adversarios no le encontrarán nada.



Además, indicó que buscan afectarlo políticamente. “La derecha y los serviles al imperialismo quieren descuartizarme como a Túpac Katari, si no es físicamente, políticamente, con mentiras, intrigas y falsas acusaciones que no podrán probar por la transparencia de toda nuestra vida”, desafió.

Morales se había mantenido en silencio desde la detención del exjefe antidroga Maximiliano Dávila, el 22 de enero, denunciado en EEUU por ser parte de la red del Pablo Escobar Boliviano, Omar Rojas, detenido en Colombia en la operación “Los Andes”. 

Dávila fue el último jefe antidroga de Morales hasta la crisis de 2019 y fue puesto en el cargo por el exviceministro de Defensa Social Felipe Cáceres. En enero de 2022 fue detenido por presunto lavado de dinero, tras conocerse su vínculo con la organización de Omar Rojas, investigada por tráfico de drogas y armas.

Según el ministro de Justicia, Iván Lima, Dávila sólo es investigado en Bolivia por legitimación de ganancias ilícitas y no por narcotráfico, debido a que las pruebas obtenidas por EEUU, como escuchas telefónicas, son ilegales debido a que la legislación nacional no las avala.

En opinión del analista político Rolando Tellería la captura de Dávila y el pedido de extradición que hará EEUU han provocado “nerviosismo en el MAS y algunos dirigentes lo primero que hicieron fue desvincular a Evo de su jefe antidroga”.

Dijo: “Saben que la DEA y el Departamento de Estado están, fundamentalmente, detrás de Evo. Políticamente, EEUU pretende desprestigiar a toda la izquierda progresista. Sería un gran golpe. Sobre todo, si consideramos que, en la región, con las elecciones de este año en Brasil y Colombia, habría un giro a la izquierda”.

Además, “como los organismos de inteligencia y espionaje de EEUU tienen eficiencia, a lo mejor tienen pruebas. De ahí que de manera anticipada están activando el paraguas”, indicó.



El diputado Jorge Komadina, de CC, considera que el expresidente “está muy nervioso y está haciendo declaraciones poco pertinentes, probablemente, por la detención de Dávila y el pedido de extradición”.  Pero remarcó que Evo “ya no es el presidente de Bolivia y no puede ordenar actuar al presidente Arce controlar cierto grupos y ningún ciudadano está al margen de la ley”. Por ello, si es necesario que “la justicia boliviana y de EEUU investiguen las ramificaciones nadie puede sustraerse de la investigación”.

Pedido a Luis Arce y al ministro Castillo.

El expresidente Evo Morales se refirió por segundo día a un presunto complot en su contra y ayer, además, pidió al presidente Luis Arce tomar acciones.

“Nuestro gobierno debe controlar a estos grupos y garantizar la seguridad del pueblo”, escribió en su cuenta de Twitter.

Morales recordó que algunos dirigentes de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos acusaban al ministro de Gobierno. “No sé si es, no creo que sea el ministro de Gobierno, pero alguien nos está espiando”, declaró en su programa dominical. Dávila dijo antes de entrar al penal que el ministro Eduardo del Castillo buscaba perjudicar a Evo.

Fuente: Los Tiempos

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