Por cada Bs 100 que un varón gana, una mujer cobra sólo 56

El trabajo que presta una mujer en Bolivia es depreciado. Por el mismo esfuerzo, un varón puede llegar a cobrar casi el doble de lo que una mujer se lleva al bolsillo
Datos.




Un estudio de la Coordinadora de la Mujer difundido a propósito del Día Internacional de la Mujer Trabajadora identifica éste y otros indicadores que interpelan nuevamente a las autoridades y a la población entera sobre los insuficientes avances en materia económica y social para las bolivianas.

En el plano laboral, la discriminación continúa siendo alarmante: en general, haciendo el mismo trabajo, por cada Bs 100 que gana un hombre, las mujeres cobran sólo Bs 56.

En el mercado laboral urbano, las mujeres apenas copan cerca de la mitad de los puestos en las ciudades. En cambio 9 de cada 10 mujeres son contratadas para los trabajos precarios.

La precariedad de la vida laboral para las féminas arroja resultados aún más alarmantes en cuanto a seguridad social. Sólo 2 de cada 10 mujeres bolivianas están afiliadas a las pensiones de jubilación.

“La inclusión de las mujeres en el mercado laboral no se ha traducido en la reducción de la carga laboral, sino que también suma la doméstica y, aunque el objetivo es romper con esta noción para lograr que el cuidado del hogar y de los niños sea equitativo, es necesario empezar a cultivar una cultura co-responsabilidad no sólo en el interior de la familia sino también en el Estado”, señala Mónica Novillo, directora ejecutiva de la Coordinadora de la Mujer.




La maternidad y las tareas de cuidado son algunas de las principales dificultades para el desarrollo laboral de las mujeres, puesto que condicionan el trabajo de las mujeres cuando deben ausentarse por embarazo y por crianza de los hijos. Por este motivo, para los empleadores, maternidad y trabajo no son compatibles, lo cual motiva que las mujeres tengan que aceptar trabajos con menor pago y de condiciones eventuales, no estables y sin derechos laborales.

Así, las desigualdades económicas reflejan crudas realidades para ellas, como ser: ingresos inferiores respecto de los hombres y acceso a trabajos informales desregulados y en malas condiciones.

La brecha que separa a las mujeres trabajadoras de un nivel digno de ingresos, condiciones y acceso respecto a la situación de los varones está lejos de acortarse y alcanzar igualdad. Según información de la Coordinadora de la Mujer, 5 de cada 10 mujeres tiene la posibilidad de conseguir trabajo, mientras que 7 de cada 10 hombres obtienen uno.

LABORES DE CASA
La casi exclusividad de las tareas no remuneradas del hogar para las mujeres sigue siendo un tema que no se pone en debate. Si bien, por ley, las mujeres trabajan cinco horas semanales menos que los hombres, ellas dedican cuatro veces más tiempo que los hombres a las labores domésticas.

“Es importante apuntar que la concepción del trabajo no remunerado en el hogar como una forma no solo de ayuda que aporta significativamente a la generación de riqueza del país, sino que supone una deuda social con las mujeres porque no se atiende adecuadamente aquello”, explica Novillo.

VIOLENCIA FÍSICA
Otros temas –no menos importantes– siguen en agenda, como el acoso y la violencia hacia la mujer.

En 2018, hubo un promedio de seis violaciones a mujeres o niñas cada día en el país; en otros términos, esto supone una violación cada cuatro horas.

Por otra parte, 7 de cada 10 mujeres sufrieron violencia física y sólo 3 de cada 10 casos tuvieron sanción. En los primeros 24 días de este año, se registraron 19 feminicidios en Bolivia.

MUJERES EN LA POLÍTICA
La participación de las mujeres en política sigue siendo un espacio de batalla.

Los resultados de las últimas elecciones mostraron un panorama de paridad para las mujeres, con una presencia cercana a la igualdad respecto a los hombres en Concejos, Asambleas departamental y nacional (52% de participación).

No obstante, en el nivel ejecutivo, las mujeres tienen una participación muy restrictiva que se demuestra en las cifras del número de alcaldesas. Hay solamente 27, de un total de 339 municipios, y ni una sola gobernadora en los departamentos.

A esto se suma la escasa presencia de mujeres (tres) como candidatas a presidenta o vicepresidenta para las próximas elecciones generales de 2019.

Ideología de género.




En el sector de educación, la agenda de despatriarcalización está enfrentando nuevos retos, como la entrada de grupos fundamentalistas religiosos que se oponen a la política de la tolerancia ante las diversidades sexuales. A decir de la Coordinadora de la Mujer, bajo el argumento de “ideología de género” se pretende desplazar cualquier intento de lucha contra la cultura machista.

En el ámbito de los medios de comunicación, aún es mayor la presencia masculina y la cobertura a las mujeres es inferior a la de los hombres.

Por otro lado, el ejercicio de los derechos sexuales y derechos reproductivos sigue siendo un tema pendiente por parte del Gobierno, ya que en 2016 existieron un promedio de 163 abortos por día, de los cuales sólo 1 de cada 4 puede considerarse como seguro. La Coordinadora de la Mujer y su Observatorio de Género reflejan estos indicadores buscando generar conciencia en la población y también interpelar a las autoridades respecto a los escasos avances en la reivindicación de género.
Fuente: Correo Del Sur

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