Demoras, cobros y extravíos traban comercio web en Bolivia

Los usuarios se quejan porque hay pedidos que nunca llegan y hasta denuncian arbitrariedad en la selección de los paquetes que pagan tributos aduaneros.
Las oficinas de la Agencia Boliviana de Correos, ubicadas en el centro de La Paz. Foto: Internet.




Comprar por Internet es una lotería en Bolivia: no sabes si te cobrarán impuestos, cuánto tiempo demorará en llegar tu paquete o si llegará”, contó, entre risas, Jorge, un asiduo comprador en línea, mientras esperaba ser atendido en las oficinas de la Agencia Boliviana de Correos (AGBC), luego de varias visitas para ver si una de sus compras al fin llegó al país.

Retrasos de varios meses, paquetes extraviados y una supuesta arbitrariedad en el cobro de tributos aduaneros son algunos de los problemas que advierten las personas que utilizan el servicio postal para llevar a cabo sus compras por internet.

De acuerdo con datos de la AGBC, cada mes llegan a sus oficinas entre 10 y 12 toneladas de correspondencia desde diferentes partes del mundo. El 95% de este volumen de paquetes corresponde a compras en línea.

“Yo compro de todo, siempre busco cosas que no se encuentren acá o que no sean tan fáciles de conseguir. Compro para mí y mi familia, pero conozco gente que aprovecha su conocimiento para hacerse de unos pesos, pero como está Correos ahora, ya no me arriesgo”, señaló Jorge.

En la red social Facebook proliferan desde hace algunos años  los grupos de compras por Internet, orientados a compartir información y experiencias para aquellos que quieran iniciarse en la actividad, pero que tienen reparos o miedo sobre el destino que tendrá su dinero.

En estos grupos abundan las historias de usuarios que sufrieron por el retraso de sus paquetes o que nunca recibieron lo que pidieron, así como experiencias de quienes tuvieron éxito al realizar sus compras por la web.

Hice un pedido en enero de 2018 y lo recibí en marzo de 2019, otro nunca llegó y, por suerte, me devolvieron mi dinero, pero otros no tienen tanta fortuna. También están los que se desesperan y piden la devolución de su dinero luego de un mes o dos o que piden que les reenvíen el producto y al final reciben doble, hay historias de todo tipo”, indicó Jonathan, en un post de Facebook para nuevos compradores.

A principios de año, el director de la AGBC, Iván Céspedes, informó que se había podido reducir el tiempo de entrega de los paquetes, de tres meses en promedio, a sólo un mes; sin embargo, de acuerdo con los usuarios, esta mejora no es notoria.




Asimismo, en otra oportunidad, invitó a los usuarios de las compras por Internet a pedir a los vendedores en el extranjero que hagan sus envíos a través de courrier o mediante correo certificado con código de seguimiento, para asegurar su llegada y entrega rápida en la AGBC.

La participación de la Aduana.
Jorge manifestó que este año no se le perdió ni un solo paquete y todos llegaron en un plazo “razonable”, de entre dos y tres meses. No obstante, de los 10 pedidos que hizo hasta la fecha, la mitad “entró a aduanas”.

“Es una cuestión de suerte, puedes ceñirte a todas sus reglas, pero, al final, si te toca, te toca”, explicó el usuario de los servicio de la agencia postal.

Desde hace semanas, los grupos de compras por Internet se llenaron de publicaciones de usuarios indignados por “nuevas políticas” en el cobro de tributos aduaneros aplicados a las compras hechas por Internet.

Los usuarios señalaron que gran parte de los pedidos que llegaban a correos eran retenidos por la Aduana postal y se les aplicaba las tasas correspondientes a los destinatarios, incluso cuando se cumplía con las condiciones para que esto no suceda.

“Todos los paquetes están entrando a Aduana, guarden sus previsiones”, advertían en las publicaciones y comentarios.

Página Siete consultó a la AGBC sobre estas denuncias, y desde la Unidad de Comunicación señalaron que no hubo ningún cambio o “fortalecimiento” de la normativa respecto a los tributos aduaneros. Explicaron que este tema debía ser tratado con la Aduana que, en respuesta a un cuestionario enviado por este medio, precisó que no se hizo ningún cambio en la normativa respecto a los envíos postales.

La Aduana reiteró que no hubo modificaciones en la legislación respecto a los envíos que son pasibles al pago de tributos y explicó que los paquetes deben cumplir cinco condiciones.

“No deben ser remitidos por una empresa comercial, su valor no debe exceder los 100 dólares, su peso no debe ser mayor a dos kilogramos, no deben ser mercancías que tengan restricciones en el país y que sus medidas no superen un metro con cincuenta centímetros (1,50 metros)”, detalló la institución, en respuesta al requerimiento.




Se dan modos de evadir la norma.
Algunos usuarios de las compras por Internet se dan maneras para evadir las disposiciones señaladas por la Aduana respecto a los envíos postales. Se sabe que piden modificaciones en el precio, cambio de nombre del remitente o hacen un envío por pasos.

“A veces, para no entrar a aduanas, pedimos a los vendedores en China o donde sea, que consignen en el paquete un remitente personal o un precio menor al real. Algunos lo hacen, otros no, pero eso a veces ayuda”, explicó un comprador, que prefirió no dar su nombre para la nota.

Otros compradores utilizan servicios de forwarding que reciben pedidos en una dirección de Estados Unidos y los reenvía a diferentes países del mundo, para así fragmentar o consolidar paquetes y, en algunos casos, cambiar el nombre del remitente comercial por otro personal.

Hay varios servicios, los más confiables no permiten cambiar el nombre del remitente, pero hay otros menos seguros que sí hacen eso por ti, incluso llenan algunos formularios bajando los precios”, explicó otro comprador en línea.

Sin embargo, ninguno de estos mecanismos asegura que los paquetes no paguen tributos aduaneros, ya que la selección de los paquetes depende de los funcionarios de la AGBC, que revisan el envío y lo derivan a la Aduana Postal.

De acuerdo con la Aduana, las declaraciones de envío postal que sean sujetas al pago de tributos no pueden presentar datos alterados, de lo contrario, los destinatarios son pasibles al pago de multas o son objeto de otras sanciones.
Fuente: Página Siete

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