Policía muere tras denunciar abandono; autoridades deslindan responsabilidad

El hijo del suboficial Víctor Hugo Montaño aseguró que su padre falleció por falta de atención adecuada. El Ministro de Gobierno y el Comandante de la Policía dijeron que la familia lo sacó del aislamiento.

Comandante Jhonny aguiilera (izq) y el ministro del castillo (der), El fallecido suboficial acredita que padece enfermedades de base (centro). Fotos: RRSS.

El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y el comandante general de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera, deslindaron ayer responsabilidades por la muerte del suboficial Víctor Hugo Montaño, quien falleció luego de denunciar  abandono y negligencia en su aislamiento por coronavirus en una guardería policial en  Tarija. Familiares denunciaron que el abuso de poder de los jefes policiales causó su deceso.

“Lo primero que voy a hacer es desmentir lo que dijeron en el Comando Departamental de la Policía de Tarija. Tratan de hacernos ver como mentirosos a los familiares, yo no firmé nada y lo voy a demostrar (…) Lo que causó la muerte de mi padre es la falta de atención médica en la primera fase de la enfermedad, que ha provocado una inflamación en el pulmón. No pueden decir que ese aislamiento era el adecuado”, denunció este viernes Amilcar Montaño, hijo mayor del suboficial de 47 años que perdió la vida el 10 de junio.

El comandante departamental de la Policía de Cochabamba, Sadid Ávila, afirmó que el policía Montaño fue destinado de Cochabamba a Tarija hace más de 45 días y que, al no tener un domicilio en esa región, vivía en una de las unidades policiales. Ruth Ajacopa, dirigente de las esposas de policías en esa capital, denunció que el de Montaño fue uno de varios cambios “arbitrarios” que realizaron desde el Comando de la Policía.

Aseguró que hay policías alejados de sus familias en represalia al repliegue policial de 2019. El hijo del policía fallecido confirmó que varios de sus camaradas denunciaron estos abusos y que ahora están prestando servicio en lugares alejados de sus regiones, como Pando y Potosí. Su padre fue destinado a otro departamento, para que realice trabajos de patrullaje ,pese a que tenía diabetes, obesidad e hipertensión arterial.

El hijo, de profesión abogado, también lamentó las declaraciones del Ministro de Gobierno y del comandante Aguilera, quienes señalaron a la familia por haber sacado del aislamiento en Tarija al suboficial, al que luego  llevaron de regreso a Cochabamba para darle atención médica particular. “Es lamentable que hayamos perdido la vida de otro suboficial (…) Sin embargo, debemos manifestar que este efectivo fue internado (el 2 de junio) en un centro de aislamiento (en Tarija); no obstante, el hijo de esta persona lo había retirado al día siguiente y luego de 10 falleció en Cochabamba lejos de los cuidados de la Policía Boliviana”, afirmó Del Castillo.

“Si llaman tratamiento (médico contra el coronavirus) darle tres tabletas de Ivermectina, un blíster de Azitromicina y otro de Paracetamol, no sé qué tipo de tratamiento sea ése, además que tenía que tomar sus pastillas con el agua del grifo y sin atención personal. Lo único que han hecho es aislarlo, darle algunos remedios y dejarlo así, no tenía ni dónde hacer hervir agua”, respondió Montaño.

El abogado afirmó que su padre tenía mucha documentación y respaldo  digital sobre los cobros ilegales que los superiores hacen para que los policías no sean cambiados de destino. Anunció que exigirá una auditoría al caso de su padre y al de sus compañeros de esa región, para evidenciar estos abusos de poder.

“No fue la primera vez que mi papá me dijo que le querían cobrar dinero (para que no lo cambiaran de destino). Ya cuando lo cambiaron de destino a Beni me dijo que le pidieron 1.800 dólares”, recordó Montaño. Afirmó además que su padre le relató que al saber que lo volvían a destinar lejos de su hogar se presentó en La Paz, al Comando General, para pedir que no sea destinado a Tarija, pero le exigieron  3.000 dólares para ello.

Contó que el  suboficial no quiso hacer la denuncia por temor a represalias. Por ello, anunció que hará públicos los audios de los mensajes que intercambió con médicos y sus superiores para demostrar la mala atención que recibió. Relató que la falta de atención era tal que el uniformado tuvo que realizar sus necesidades en un servicio de baños para niños.

Fuente: Página Siete

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