El Gobierno debe pagar $us 1.550 MM por servicio de deuda

Ése es el monto presupuestado para este año entre intereses y capital. El descenso de las reservas internacionales netas y la menor disponibilidad de divisas generan presión al país, advierten analistas.

Una larga fila para comprar dólares se había instalado fuera del Banco Central de Bolivia. Fotos: Redes Sociales.

El Gobierno presupuestó para este año aproximadamente unos 1.550 millones de dólares como servicio de la deuda externa (amortización e intereses), pero la falta de divisas ante la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN), genera presiones.



De forma paralela, gestiona más recursos externos ante la dificultad de emitir bonos soberanos por las actuales condiciones de mercado y riesgo país.

De acuerdo con el flujo financiero consolidado de la Ley 1493 del Presupuesto General Estado (PGE) 2023, para este año se programaron 4.235 millones de bolivianos (617 millones de dólares) para el pago de intereses de la deuda pública externa.

Mientras que para la amortización de la deuda externa se presupuestaron 6.462 millones de bolivianos (941 millones de dólares). Es decir que se estima un servicio total, este año, de unos 1.550 millones de dólares, explicó Ramiro Cavero, exviceministro de Presupuesto.

Según la calificadora de riesgo Standard&Poors, el Gobierno debe pagar 914 millones de dólares en amortizaciones de deuda externa en los próximos 12 meses. “En un contexto de debilitamiento de la confianza de los inversionistas, el acceso a financiamiento de instituciones oficiales de crédito es clave para respaldar la posición externa de Bolivia y cumplir con el servicio de la deuda en los siguientes años” alertó la agencia.

Por su lado, Fitch Ratings informó que los bonos soberanos implican un servicio de 300 millones de dólares este año que incluye una amortización de 183 millones de dólares y sólo 110 millones en intereses en 2024-2025. “Si bien son montos bajos, la capacidad y disposición del soberano (país) para pagarlos, podría verse cuestionada si las RIN continúan disminuyendo”, advirtió la calificadora.

Para Cavero, el servicio de deuda externa genera una presión importante al Tesoro y por eso es fundamental para el Estado conseguir dólares que permitan pagar estas obligaciones. De todas maneras, dijo que este año el Gobierno recibirá desembolsos de préstamos, divisas por exportaciones, recursos con los cuales el Estado debe priorizar el pago del servicio de la deuda.

En criterio de la exautoridad, si los nuevos préstamos que se gestionan van a educación, salud, carreteras, el endeudamiento es positivo, pero el riesgo es que vayan a gasto corriente. “En Bolivia nos hemos endeudado los últimos años en casi 30 mil millones de dólares entre deuda interna y externa, pero seguimos sin resolver los problemas como el déficit fiscal que es insostenible”, precisó.

El economista Enrique Velazco sostuvo que no se tienen datos actualizados de las RIN para evaluar si el país puede enfrentar o no problemas en el pago de la deuda externa, pero es posible que el Ejecutivo esté haciendo los esfuerzos necesarios porque el incumplimiento provocaría más problemas.



“El descenso de las RIN presiona sobre los pagos, porque una cosa es que el Gobierno hubiese presupuestado estos pagos y otra contar con las divisas para honrar las obligaciones, los acreedores no aceptan moneda nacional”, puntualizó.

Para el economista, los nuevos créditos que gestiona el Gobierno conllevan peligro porque “a menos que se tenga certeza de que en el futuro se contará con ingresos confiables de divisas lo que se hace es patear el problema hacia adelante”. Se está comprometiendo deuda y en la medida que no funcione el litio y otros proyectos a futuro, se apuesta con alto grado de incertidumbre. Si no tenemos fuente segura de captar dólares nos estamos endeudando sin posibilidad de repago, alertó.

El analista de la Fundación Jubileo, René Martínez, opinó que en la medida que las RIN sigan a la baja, la situación es compleja. “Se debe pagar la deuda con dólares y estamos con una situación muy complicada por la disponibilidad de divisas”, apuntó.

Recordó que la última información oficial de servicio de la deuda es de 2021 cuando se pagaron 800 millones de dólares.

El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, sostuvo que el flujo financiero consolidado del PGE 2023 da cuenta que la Administración Pública en su conjunto tiene programada una amortización de la deuda externa de 6.462 millones de bolivianos. “Para el pago de la deuda externa este año que se estiman 928 millones de dólares (amortización), se necesitan divisas. Esto puede nuevamente empujar al Gobierno nacional a monetizar sus DEG o buscar otras fuentes no convencionales de financiamiento”, advirtió.

Según Romero, contraer nueva deuda genera riesgos y puede comprometer seriamente la estabilidad macroeconómica si es que los mismos se usan sólo para financiar gasto corriente.

Al 8 de febrero las RIN se situaban en 3.538 millones de dólares, las divisas en 372 millones, las de oro en 2.592 millones, los Derechos Especiales de Giro 538 millones de dólares y la posición con FMI 35 millones.

Nuevos créditos repondrán gasto y se destinarán a inversión.

El viceministro de Presupuesto, Zenón Pedro Mamani, aseguró que los nuevos créditos que se busca aprobar en la Asamblea Legislativa son para reponer los gastos realizados y financiar nuevos proyectos de inversión pública.



Uno de los contratos de crédito enviados al Legislativo es el de 500 millones de dólares suscrito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para atender poblaciones vulnerables por Covid-19.

Según Mamani, cuando el Gobierno inició su gestión se tuvo que comprar medicamentos, insumos médicos y vacunas contra el coronavirus y se erogaron recursos que no estaban previstos.

Por eso dijo que el crédito de 500 millones de dólares con el BID servirá para reponer esos gastos y dar continuidad a la inversión pública y proyectos productivos.

La autoridad mencionó a Bolivisión que la guerra en Ucrania afectó el precio de los combustibles que Bolivia importa; los costos de maíz, soya, harina de trigo y que el Gobierno hace esfuerzos por mantener la estabilidad de precios y evitar inflación.

El Gobierno urgió al Legislativo aprobar los créditos.

Fuente: Página Siete

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