Nuevo palacio sufre reajustes y su entrega será en Año Nuevo Aimara

Se hacen cambios a la ‘Casa Grande’, pero la constructora no está autorizada a revelar. Algunos de los materiales de la obra fueron traídos desde China y EEUU.
Obreros contemplan el imponente tamaño del auditorio que tiene la infraestructura I Foto: EL DEBER.




La obra tiene un avance del 99%. La Casa Grande del Pueblo, que remplazará al actual Palacio Quemado en la ciudad de La Paz, sufrió algunos “reajustes” y su entrega, prevista inicialmente para marzo, ahora tendrá lugar el 21 de junio, Día del Año Nuevo Aimara, a pedido del presidente Evo Morales, que sugirió coincidir con esa fecha para “cambiar de vibras”.

Actualmente la imponente estructura se encuentra en etapa de pruebas. Descuidos de obreros provocaron que algunos vidrios blindados se rompan y deban ser cambiados desde la fábrica, se tuvo que lidiar con la humedad del terreno y su difícil accesibilidad, pero desde la constructora Tauro, que se adjudicó el millonario contrato, se asegura que se cumplirán con todas las especificaciones de tiempo y calidad.

Materiales del extranjero
El responsable de dicha empresa, José Lara, explicó que el presidente Evo Morales pidió que todos los materiales para la obra sean de origen boliviano; sin embargo, admitió que se tuvieron que importar algunos de Alemania, China y Estados Unidos, aunque no especificó cuáles y para qué espacios.

“Los cambios no estoy autorizado para decirlos, tienen que preguntarles a los supervisores de la obra”, manifestó, a tiempo de recalcar que “al final de cuentas se cumplieron los cronogramas de trabajo”.

El ministro de la Presidencia, Alfredo Rada, consultado sobre la demora en la inauguración, afirmó que “siempre hay reajustes de cronogramas”,pero detalló que “en las evaluaciones que hacemos, hay un avance en cuanto a la calidad de la obra, muy importante, eso es lo que hay que resaltar”. Anticipó que “en los próximos meses La Paz contará con un edificio de esta magnitud plenamente habilitado”.




Ayer dirigentes de sectores sociales afines al MAS realizaron un recorrido por algunos de los 29 niveles de la Casa Grande del Pueblo; se tomaron fotografías y resaltaron que la obra no sería posible si Evo Morales no hubiese llegado al poder; minimizan las voces que piden inversión en salud en lugar de una nueva casa de Gobierno nacional.

“Hemos construido este palacio para el pueblo, aquí todos los dirigentes, las organizaciones sociales vamos a estar presentando propuestas para seguir cambiando Bolivia”, dijo Segundina Flores, ejecutiva de las mujeres ‘Bartolina Sisa’. Calificó de “envidia” las críticas que surgen y afirmó que las puertas de ese espacio también estarán abiertas para la oposición.

Olor a pintura y falta de luz
Varios niveles de la Casa Grande del Pueblo aún no están habilitados porque los trabajos continúan. Polvo, pintura fresca y herramientas de trabajo siguen presentes en toda la obra.

En el helipuerto, unos 10 trabajadores ponen un barandal para cercar el espacio en el que aterrizará la nave que usualmente transporta al primer mandatario.

La oficina de Evo Morales tiene un piso de madera y varias puertas, una da acceso a un baño privado, otra está restringida, una más grande permite llegar a una sala de reuniones y, finalmente, otra de cristal permite salir a un balcón desde donde se ve diminuta la plaza Murillo.

Casi en el subsuelo están las dependencias de la escolta del jefe de Estado, pintadas de color verde, con una gran cocina y que, según el ministro Rada, darán “condiciones dignas” a los soldados que custodiarán la infraestructura.  
Fuente: El Deber




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