Tres mineras reclaman $us 1.100 millones; invirtieron 143 millones
Glencore invirtió $us 112 millones y exige $us 675,7 millones; South American, 16 millones y pide $us 385,7 millones, y Jindal, $us 15 millones, y quiere $us 40 millones.
La nacionalización de las operaciones de Vinto. Foto: Procuraduria.
Tres empresas mineras extranjeras exigen a Bolivia, por medio de arbitrajes internacionales, el pago de indemnizaciones por un valor superior a los 1.100 millones de dólares, a pesar de que cuando operaban en el país invirtieron sólo 143 millones de la divisa estadounidense.
Por medio de una revisión periodística, se sabe que en el primer caso la suiza Glencore denunció que invirtió 90 millones de dólares para adquirir la Empresa Metalúrgica de Vinto y luego gastó otros 22 millones de dólares en la mina Colquiri. En ambos casos sus inversiones suman 112 millones de dólares.
Sin embargo, en agosto de 2017 la compañía informó que por el arbitraje contra Bolivia exige un pago de 675,7 millones de dólares por la expropiación del complejo metalúrgico, la planta de antimonio, la mina Colquiri y la apropiación de 161 toneladas de concentrados de estaño.
El segundo caso corresponde al proceso iniciado por la empresa South American Silver, que a la fecha está a la espera de la emisión del laudo. La canadiense exige 385,7 millones de dólares por la reversión de la mina Mallku Khota. La minera invirtió 16 millones de dólares en la fase de exploración, desde la gestión 2007.
Por último, Jindal Steel, que según el Gobierno invirtió 15 millones de dólares en el país, demanda un pago compensatorio de 40,5 millones de la moneda extranjera por la ejecución de sus dos boletas de garantía; en este caso, el monto incluye intereses.
En lo que respecta a Glencore, el diputado de Unidad Demócrata Amilcar Barral denunció que hasta la fecha el monto ya supera los 1.100 millones de dólares, debido a la suma de los intereses.
Al respecto, el procurador general del Estado, Pablo Menacho, aseguró a Página Siete que Bolivia está defendiéndose para reducir el monto reclamado.
“No creemos que el valor de lo que Glencore dice llega siquiera al 10% de la pretensión en su arbitraje”, afirmó la autoridad.
El análisis
Para el exministro de Minería Dionisio Garzón los requerimientos de los demandantes son relativos, ya que deben determinarse mediante auditorías.
“Lo central del tema es el hecho de la reversión o estatización de los derechos mineros adquiridos por los empresarios, lo que da pie al reclamo arbitral y genera las controversias con el Estado”, señaló.
Sobre la compensación, explicó que cada caso es diferente, por ejemplo, el paso de Glencore data de hace más de una década, desde que Colquiri y Vinto se “renacionalizaron”.
Garzón apuntó que “el factor tiempo es determinante” para calcular el lucro cesante (suma de las ganancias por obtener) y las penalidades financieras sobre las operaciones.
En el caso de Jindal y Mutún la inversión fue poca, pero la perspectiva financiera de una acería nueva da lugar a la especulación.
Sobre Mallku Khota, indicó que es un proyecto de exploración que llegó a la etapa de prefactibilidad y se tenía una perspectiva financiera en trámite, de escala importante, por tratarse de una probable mina a cielo abierto (de zinc, plata, indio, galio y oro) casi igual a la de San Cristóbal, lo que también da una idea de lucro importante.
Respecto a la defensa del Estado en estos casos, Garzón consideró que siempre hay alternativas de entendimiento con las empresas, para arribar a acuerdos favorables para el país.
Sin embargo, dijo que la negativa imagen que dejan estos pleitos sobre la seguridad jurídica es lo que debería preocupar al Gobierno, al tomar en cuenta que desde hace años al país no llegan nuevas inversiones privadas.
El exviceministro de Desarrollo Productivo Héctor Córdova afirmó que cada caso requiere un análisis individual y que antes de emitir juicios sobre la defensa que encara Bolivia es mejor que se llegue a acuerdos favorables.
Por ejemplo, Jindal cometió errores administrativos, por lo tanto, el monto que pide no se ajusta a la realidad.
Del caso Glencore, indicó que no se puede relacionar la inversión que hizo con lo que demanda, ya que la firma recuperó todos sus recursos durante la operación de Vinto y Colquiri. Además, no cumplió el contrato sobre sus operaciones.
En el caso de la compensación de Mallku Khota, sostuvo que la minera no recuperó la inversión que hizo en el país, por lo tanto, debe determinarse con auditorías.
Las reversiones
- Glencore. En febrero de 2007, el presidente Evo Morales nacionalizó, mediante el Decreto Supremo 29026, el Complejo Metalúrgico Vinto. Luego, en junio de 2012, expropió la compañía minera Colquiri, operada por la empresa Sinchi Wayra, de propiedad de la compañía suiza.
- Mina. En agosto de 2012, el Gobierno promulgó el Decreto Supremo 1308 que revirtió a dominio del Estado 10 concesiones mineras otorgadas a South American Silver.
- Acero. En julio de 2007, Jindal Steel Bolivia y la Empresa Siderúrgica del Mutún suscribieron un contrato de riesgo compartido. Luego del incumplimiento de inversión, en 2012 se disolvió el acuerdo y se ejecutó las boletas de garantías.