Bolivia alcanza su mayor deuda externa de los últimos 29 años

Deuda histórica: Luis Fernando Romero alerta que la deuda externa de Bolivia llegó a $us 13.806 millones a junio de 2025, el monto más alto en casi tres décadas. Advierte riesgos crecientes de liquidez, solvencia y crisis de balanza de pagos.

Fotos: Internet.

La deuda externa de Bolivia alcanzó los $us 13.805,6 millones al primer semestre de 2025, lo que representa un incremento del 3% respecto a diciembre de 2024, según datos del Banco Central de Bolivia (BCB). Se trata del saldo más elevado desde 1996.



Luis Fernando Romero Torrejón, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, advierte que el país ha alcanzado un nivel “altamente comprometido con pasivos internacionales”. Aun sin haberse aprobado todos los créditos solicitados, la deuda llegó a un punto crítico.

El tesoro carga con el peso del endeudamiento.

Del total de la deuda externa, el 92% fue destinado al Tesoro General de la Nación (TGN), mientras que gobernaciones y municipios apenas recibieron el 2,7%. “Solo en este semestre ya se ha pagado más del 50% del servicio anual proyectado, y el total podría superar los $us 1.860 millones”, explicó Romero.

Indicadores de solvencia y liquidez se deterioran.

Aunque el indicador de solvencia (deuda/PIB) bajó del 28,4% al 25%, el economista aclara que esta caída no implica una mejora real. “Es solo el efecto de un PIB inflado por la inflación”, aseguró. El verdadero problema es que la economía tiene menor capacidad real para enfrentar sus pasivos.

Asimismo, el indicador de liquidez (servicio de deuda/exportaciones) cayó levemente de 15,2% a 14,9%. Sin embargo, Romero advierte que no es señal de mejora, sino de una caída sostenida en las exportaciones.

Advertencias de organismos internacionales.

Organismos multilaterales y calificadoras internacionales ya observan con preocupación la sostenibilidad de la deuda boliviana. Las transferencias netas —diferencia entre desembolsos y pagos— fueron negativas en 2023 y 2024 por $us 365,7 y 852,2 millones, respectivamente. En el primer semestre de 2025, la cifra continúa en rojo: -$us 115,5 millones.



“Estamos pagando más de lo que recibimos. Eso refleja una pérdida de capacidad para atraer recursos frescos”, apuntó Romero.

Un modelo insostenible de financiamiento.

El Gobierno ha manifestado que necesita al menos $us 2.400 millones para seguir funcionando: $us 800 millones para el servicio de la deuda y $us 1.600 millones para la importación de combustibles. “Eso ya es bicicleteo financiero, no una solución estructural”, critica Romero.

A esto se suma la incertidumbre política en la Asamblea Legislativa, donde aún están en negociación desembolsos por más de $us 3.700 millones.

Un desafío clave para el próximo gobierno.

Romero enfatiza que el endeudamiento no es negativo en sí mismo, pero “es grave cuando se destina a gasto corriente sin retorno”. A su juicio, el próximo gobierno recibirá una economía limitada por los compromisos de deuda y deberá priorizar un manejo responsable y estratégico.

“Muchos creen que saben cómo estabilizar, pero gobernar con este nivel de presión será otra cosa. La deuda pública se ha convertido en una camisa de fuerza para la política económica”, concluyó.

Fuente: El Mundo

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