Injerencia de Evo en Perú afecta relaciones diplomáticas con Bolivia

Las expresiones de Evo Morales contra el Gobierno de Perú y su apoyo a las protestas de rechazo a la presidenta de ese país, Dina Boluarte, afectan las relaciones diplomáticas con Bolivia y traen al menos tres consecuencias negativas para el propio exmandatario y a su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS).

Evo Morales y el expresidente de Perú Pedro Castillo (der). Fotos: Redes Sociales.

Ayer, Boluarte dio por terminadas las funciones de Carina Ruth Palacios Quincho como embajadora de Perú en Bolivia, quien fue nombrada por el exmandatario Pedro Castillo.



Para Jaime Aparicio, diplomático y exembajador de Bolivia en la Organización de Estados Americanos, la decisión de Boluarte es una muestra de desagrado del Gobierno peruano con el país a raíz de las declaraciones de Morales.

“Lo que deben hacer el presidente Arce y la Cancillería es recordarle al señor Morales que no puede intervenir en temas internos de otro país, porque esto afecta directamente al Gobierno de Bolivia”, dijo Aparicio.

Consecuencias.

El primer efecto de la injerencia de Morales es que la Cancillería peruana, según el diario Peru21, analiza la posibilidad de declarar persona non grata al expresidente boliviano con el objetivo de prohibirle el ingreso a ese país.

La segunda consecuencia es el anuncio del ministro de Defensa de Perú, Jorge Chávez, de que están identificados cinco ciudadanos bolivianos, cuyas identidades no va a revelar, que agitan y azuzan a los peruanos en las jornadas de protesta contra el gobierno de Boluarte. Dijo que enviará toda la información del caso al Ministerio Público para que actúen de acuerdo a ley.

La tercera consecuencia es la investigación del diario peruano El Comercio, en la que detalla que 12 operadores de Morales ingresaron en 27 oportunidades a Perú, en nueve de ellas de manera irregular, sin pasar por el control migratorio y mintiendo sobre el propósito de la visita.

Entre los bolivianos identificados como parte de los operadores de Morales que viajan a Perú están Cecilio Máximo Ilasaca Quispe, excoordinador del Viceministerio de Descolonización; Dionicio Núñez Tangara, exviceministro de Coca; Félix Cárdenas Aguilar, exviceministro de Descolonización; Fernando Huanacuni Mamani; excanciller de Bolivia, y Héctor Arce Rodríguez, diputado del MAS, entre otros.

“Cecilio Máximo Ilasaca Quispe, excoordinador del Viceministerio de Descolonización de Bolivia, es la persona respecto a la cual se ha podido identificar mayor presencia en Perú sin que estos ingresos hayan sido registrados en su reporte migratorio”, dijo Chávez.

Intervención.

Los últimos días Morales ha sido acusado por varios sectores de la política peruana de intervenir en asuntos internos de ese país.

Morales mantuvo una presencia activa en Perú, sobre todo en regiones del sur del país, durante el gobierno de Castillo con el objetivo de incentivar la integración de regiones como Puno al proyecto Runasur, la plataforma internacional de movimientos sociales e indígenas que impulsa. Y en redes sociales el apoyo al expresidente y a los sectores movilizados de ese país es constante.



Según Aparicio, entrometerse en asunto de otro país es muy delicado para la política exterior y las relaciones entre Bolivia y Perú. “Este tipo de actos enfrían las relaciones con el país vecino, no creo que vayan más allá de eso, pero dado que es un país muy importante para los intereses del Estado boliviano es lamentable que las relaciones se deterioren o se congelen”.

El diplomático enfatizó que Son errores que tienen consecuencias, “se está actuando con mucha irresponsabilidad”.

El MAS defiende a Evo Morales.

El Movimiento Al Socialismo, mediante un pronunciamiento, señaló: “Advertimos que esta arremetida promovida por un grupo de poder ilegítimo manchado con la sangre de nuestros hermanos indígenas asesinados por reclamar democracia y justicia social, pretende cambiar el foco de atención y distraer a la opinión pública de Bolivia y Perú, para que esos crímenes de lesa humanidad queden en la impunidad”.

Sostiene que la única división existente en Perú está siendo provocada por una “casta política” que desde Lima pretende excluir e ignorar a los habitantes del Perú profundo.

Gobierno respetará el principio de no injerencia.

El ministro de Justicia, Iván Lima, sobre las relaciones con Perú, señaló ayer que el Estado boliviano respetará el principio de no injerencia. En declaraciones a la prensa, dijo que, al igual que Bolivia, el Estado peruano tiene normativas que rigen sus actividades y su vida política interna, por lo que se respetará en el marco de no injerencia.

Comentó que si el Gobierno ha exigido respeto a los parlamentarios extranjeros (España y Chile) que llegaron al país para que no hagan injerencia en el pueblo boliviano, toda vez que se arrogaron la atribución de intervenir en actividades internas, “lo propio debemos ser respetuosos de lo que ocurre en otro país. Como Estado, vamos a respetar ese principio de no injerencia y la Cancillería se va a pronunciar oportunamente”, sostuvo.

Sobre si el expresidente Evo Morales está incurriendo en injerencia y si debe regular sus opiniones, Lima manifestó que debe ser él quien responda y, de forma taxativa, dijo: “Yo no voy a ser vocero de Morales”.

Morales se ha pronunciado en varias oportunidades sobre la situación de Perú, ha salido en defensa de Castillo.

Ayer, el congresista peruano de Renovación Popular, Jorge Montoya, presentó una denuncia ante la Fiscalía contra Evo Morales y los exgobernadores de Puno y Junín por la presunta comisión de los delitos contra la seguridad nacional y traición a la patria, en la modalidad de “atentado contra la integridad nacional”.

Fuente: Los Tiempos

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